La escritora y cuentacuentos Leticia Flores Delfín, autora de El lobo filósofo, conocida a menudo como Letika Flores, es uno de los orgullos de la literatura cancunense, y un exponente mexicano a nivel internacional. Se asoma a este loco mundo el primero de agosto de 1962, en un lugar del cual el Papa Juan Pablo II expresó: Solo Veracruz es bello.
Alguna vez escuché que nuestros paisanos veracruzanos son un poco difíciles de tratar, afortunadamente nunca he podido confirmar dicha idea, pues tuve amigos veracruzanos muy cercanos que más bien se caracterizaban por su generosidad, transparencia, buen trato y buen sentido del humor. Pero cuando conocí a Letika Flores las cualidades no se limitaban a las mencionadas, en ella la generosidad se manifiesta de un modo más dinámico, y más estratégico incluso, aunque eso se le dé sin buscarlo, sino más bien de manera natural, lo trae consigo.
La generosidad de Letika Flores consiste en su manera de ser, no solo en lo personal, sino también en lo literario. Su manera de escribir es accesible a cualquier lector y no por el hecho de que sea autora de literatura infantil, sino precisamente porque, tal vez sin siquiera proponérselo, hace ver a la infancia como algo más que una etapa biológica, la regresa a nosotros mediante una imaginación siempre activa y que no pierde vigencia. Cuando uno lee o escucha a Letika Flores, se siente la niñez en nuestro ser, como algo que nunca se fue, sino que sencillamente se activa cuando nos atrevemos.
Su manera de ser, literariamente hablando, se combina con su esencia tan reconocible. Letika Flores es un nombre que nos hace pensar en lectura en dulce voz alta, en cuentos contados con exquisitez y con ternura, en una mujer que logra que los niños viajen en su mente por las diferentes rutas de su imaginación, y además, también pensamos en una promotora cultural que comparte vídeos en su red social leyendo a otros autores, nada más por gusto, nada más por amor, por generosidad.
Creo que hasta podemos entender, mediante observar el comportamiento de Letika, aquella expresión bíblica de que hay más felicidad en dar que en recibir, y aquella canción de Fito Paéz que dice: Dar es dar, es solamente una manera de andar. Dar es dar, lo que recibes es también libertad.
Y bien, en esta ocasión me ha resultado oportuno y necesario mencionar esto, que la sencillez es una forma de generosidad (y que literariamente, hoy y en todo tiempo, se agradece en demasía), y que en varios sentidos esta sencillez generosa se manifiesta en Letika Flores, de quien me gustaría hablar un poco más, en cuanto a obra y trayectoria, en un siguiente artículo. Si tú conoces a esta genial escritora y promotora cultural, seguro que coincides conmigo en lo que acabo de comentar, y si no lo conocías, déjame decirte que con este breve contexto tienes para empezar a deleitarte con lo que ella nos da. Mientras tanto te comparto un poquito más acerca de Leticia Flores Delfín, en un ejercicio de preguntas y respuestas.
Algunas preguntas para Letika
¿Qué te llevó a amar lo que haces? La posibilidad de compartir, siempre me ha gustado la gente y a través de lo que hago tengo esa preciosa posibilidad de hacerlo.
¿Qué es lo que mas te inspira en tu labor creativa? La naturaleza, la familia, los amigos, leer cuentos, poesías, fábulas…
¿Tienes alguna ideología? Sí, creo en Dios.
¿Se manifiesta tu ideología en tu obra? Intento que los personajes de mis historias den buen ejemplo, sean positivas, nobles, de buenos sentimientos, con valores, etcétera.
¿Cuáles son tus influencias? Mi madre, lo que leo, lo que aprendo.
¿Tus influencias literarias? Me gusta leer la poesía de Ramón Iván Suárez Caamal; las rondas y poemas de Gabriela Mistral. Me surgen algunas ideas de lo que quiero escribir.
¿Qué significa para ti trascender? Que algunas de mis historias sean recordadas por las personas.
¿Qué significa para ti tener éxito? Que mi obra sea conocida porque les guste a la gente lo que escribo y tomen algo de ahí para poner ejemplos en algún ejercicio escolar o plática.
¿Te gustaría o te hubiera gustado llegar a la fama? Yo creo que no, es un gran compromiso.
¿Por qué haces lo que haces? ¿Cuál es tu búsqueda y tu meta? Porque lo disfruto y me encanta seguir aprendiendo para hacerlo mejor. Me encanta expresar mi sentir y mi pensar a través de las historias. Mi búsqueda es aprender a expresarme a través de la poesía. Mi meta es hacer varios libros de varios temas… cuento, poesía, narrativa.
¿Cuál es tu peor defecto? Soy explosiva, cuando me enojo no mido…
¿Cuál es tu mejor cualidad? Soy comprensiva.
¿Cuál es tu palabra favorita? Gracias.
¿Número favorito? Siete.
¿Color? Azul celeste.
¿Libro favorito? La hoguera de bronce.
¿Canción favorita? Imagina.
Cuéntanos alguna anécdota de tu trayectoria como escritora por favor. Cuando trabajamos la edición del cuento “No quería ser un árbol”, mi editora me comentó: Qué padre, me imagino que al final la niña logra ser una mariposa. Y yo le dije no, precisamente se trata de que con todo y la discapacidad pueda comprender que puede ser feliz siendo un árbol, ya que hay situaciones que no se pueden cambiar.
Fotografías tomadas de su Facebook, la primera es de La Artereografía del fotógrafo Oswaldo Adrián, la segunda se le da los créditos a quien corresponda.
¿Ya escuchaste el poema inédito Y nada más miento de Mared Guerra?
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