En el diálogo Ion o de la poesía, una obra escrita por el filósofo griego Platón, se hace referencia a una cuestión: acaso la poesía es un arte de técnica o sencillamente es "inspiración". 

Este diálogo, Ion o de la poesía, aún puede servir para reflexión en torno a si la poesía realmente aporta algo, como conocimiento, si es útil, o si sencillamente es "inspiración" sin técnica (significado más amplio, del griego "techné"). Platón, cabe destacar, no veía con buenos ojos a una tríada indeseable para él: los sofistas, los rapsodas y los poetas. De hecho, los considera ignorantes, y en su obra La República, los poetas son expulsados de la ciudad ideal. Sus motivos reales los tenía Platón, para considerar a los poetas de una manera indeseable. 

En el diálogo Ion o de la poesía, el personaje Sócrates disimula respeto hacia el rapsoda Ion, quien interpretaba al poeta Homero. Sócrates disimula respeto ante Ion para, con una ironía sutil, conducirlo a autoevidenciar su falta de conocimiento sobre la poesía, demostrando así que los rapsodas (al igual que los poetas) no eran más que un simple instrumento de los dioses. 

La ironía no solo queda manifiesta en el estilo de Sócrates para conducir a Ion a darse cuenta de que no tenía ningún conocimiento, sino que, al igual que los demás rapsodas y poetas, simplemente, de manera externa, por ciertos dioses específicos, recibía una inspiración específica, y así, lo mismo sucedía con los demás rapsodas y poetas. La ironía también queda manifiesta en la candidez de Ion de Éfeso, porque justamente, antes de ese diálogo, había recibido un premio principal, por lo que se consideraba el mejor rapsoda. 


Ion o de la poesía. Sócrates: la poesía no es conocimiento 


Contento de recibir un premio, Ion se jacta de "conocer" mucho sobre Homero, y considera que su "arte" le ha costado trabajo. Sin embargo, Sócrates gradualmente le hace ver que lo que Ion ejecuta no es realmente ninguna ciencia, o en otras palabras, no es algo que represente algún tipo de conocimiento útil. 

En este escrito de PlatónSócrates muestra que es un inspiración en cadena la inspiración que algún dios transmite al poeta, y se extiende del poeta al rapsoda y luego a los espectadores. Tal como un imán atrae un anillo de hierro y transfiere su magnetismo al hierro, lo cual hace que otro anillo se atraiga y luego otro, formándose una cadena, así el poeta es solo el intérprete de algún dios, el rapsoda es el intérprete del poeta o el intérprete del intérprete. De manera que, tanto rapsodas como poetas, no tienen conocimiento en sí, sino que son unos subordinados de alguna inspiración divina.

Leamos este fragmente del diálogo:

[...]

Ion
Dices verdad, Sócrates. Es la parte de mi arte que me ha costado más trabajo, pero me lisonjeo de explicar a Homero mejor que nadie. Ni Metrodoro de Lampsaco, ni Stesimbroto de Taso, ni Glaucón, ni ninguno de cuantos han existido hasta ahora, está en posición de decir sobre Homero tanto, ni cosas tan bellas, como yo.

Sócrates
Me encantas, Ion, tanto más, cuanto que no podrás rehusarme el demostrar tu ciencia.

Ion
Verdaderamente, Sócrates, merecen bien ser escuchados los comentarios que he sabido dar a Homero, y creo merecer de los partidarios de este poeta el que coloquen sobre mi cabeza una corona de oro.

Sócrates
Me congratularé de que se me presente ocasión más adelante para escucharte; pero en este momento sólo quiero que me digas si tu habilidad se limita a la inteligencia de Homero, o si se extiende igualmente a la de Hesíodo y Arquíloco.

Ion
De ninguna manera; yo me he limitado a Homero, y me parece que basta.

Sócrates
¿No hay ciertos asuntos sobre los que Homero y Hesíodo dicen las mismas cosas?

Ion
Yo pienso que sí y en muchas ocasiones.



Más adelante, Ion, incluso admite que los demás poetas le dan sueño, y que solo logra comprender a Homero:

[...]

Sócrates
Así, mi querido Ion, no podemos engañarnos, si decimos que Ion está versado en el conocimiento de Homero igualmente que en el de los demás poetas, puesto que confiesa que un mismo hombre es juez competente de todos los que hablan de los mismos objetos, y que todos los poetas tratan poco más o menos las mismas cosas.

Ion
Pero entonces, Sócrates, ¿me dirás por qué, cuando se me habla de cualquiera otro poeta, no puedo fijar la atención, ni puedo decir nada que valga la pena, y en realidad me considero como dormido? Por el contrario, cuando se me cita a Homero, despierto en el acto, presto la mayor atención, y las ideas se me presentan profusamente.


En algún momento, Ion, con cierta jactancia ingenua, considera que por ser un gran rapsoda, como en automático podría ser un gran militar. Sócrates, con paciencia e ironía, mediante ejemplos y preguntas, logra que Ion cambie su postura inicial como de soberbia por crees poseer cierto tipo de conocimiento (que no tiene), y acepte que lo que realmente captaba la atención de un público es que Ion era "un hombre divino", lo cual no es necesariamente entendido como algo de mérito, sino por el contrario, no tenía mérito propio, puesto que lo logrado era por mera "inspiración divina" y no en virtud del arte ("techné"). 



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