Esta fotografía donde salgo con Macarena Huicochea, Denisse Pohls y Daniel el Gallo, la tomó en junio de 2019 el fotógrafo Oswaldo Adrián de La Artereografía.
Si me hubiera tardado un poco más (en decidir publicarlo), mi libro Esto claro que no es poesía no habría sido presentado con tanta facilidad. Soy enemigo de la frase "Por algo pasan las cosas", y pues sé que no pasan por algo. Simplemente pasan.
Pasó que, debido a una ocurrencia, como suelen nacer varios de mis proyectos, nació la idea de producir un objeto literario no identificado. ¿El fin? Ninguno en particular. Aunque, curiosamente y sin planearlo, resultó en un compendio de textos con un hilo conductor coherente: la no poesía. O acaso una especie de crítica humorística a un montón de producciones de "poesía" actual.
O sea... durante un lapso de tiempo de, yo qué sé, digamos un año, estuve escribiendo sobre el mismo tema y sin darme cuenta. Por eso digo que no lo planeé, pero después cuando me di cuenta de las coincidencias pues quise producir el objeto literario no identificado.
Recuerdo que varios de los textos habían sido publicados en Facebook (así que luego los borré, porque me dije: Oye tú, no es posible que vendas un libro cuyo acceso es gratuito en el feis). Varios textos de esos los descarté, y no los quise incluir en el libro porque temía que tuvieran la misma suerte que tuvieron en el feis, por ejemplo, una vez hice un dizque poema muy optimista, esperanzador, que motivaba, casi inspirado por Paulo Coehlo, y por el universo, y resultó que en vez de ganar los respectivos y esperados Me divierte, gané varios Me encorazona, y dije: Oh, no, ¿cómo puedo llegar a mi público objetivo? Creo que ese público objetivo no existe.
Así que mi razonamiento intentó ser lo más lógico posible, al darme cuenta de que no se captaba bien mi mensaje sarcástico, porque incluso sonaba convincente, en algunos casos, y en otros, pues situaciones similares, de que quería pasarme de cursi y resultaba que había gente que aplaudía eso... bueno, pues, mi razonamiento intentó ser lo más lógico posible y dije: Matemos dos cucarachas de un tiro. (Porque los pajaritos no merecen morir a balazos).
Así que lancé el libro con un título descarado por donde se le viera, un título que no es casual y que tiene su importancia verdadera. Por cierto, aún me rasco la cabeza porque incluso con el título no había una comprensión de la intención, ja, ja. Ese título me genera la incomodidad resignada que me genera mi nombre cuando me preguntan: ¿Y como se escribe?; ¿Eli?; ¿Eres de Arabia?; etcétera. En el caso del título del libro lo anunciaban o nombraban como "Está claro que no es poesía", y por dentro yo decía: Carajo, no puede ser.
ESTÁ obvio que no es lo mismo que ESTO. La idea del título del libro era presentarlo como objeto, por eso se llama ESTO... y no ESTÁ.
Además ESTÁ está mal. O sea, es obvio que está mal, pero está más mal de lo mal que parece. Decir que está claro que no es poesía es casi matar todo el sentido de la propuesta. Digo, si las letras de la portada son muy claras, si hasta le dije encarecidamente al máster Carlos Varela que el libro fuera de letras grandes, claras, y de alguna fuente sumamente legible, y tal cual, el genial Varela lo hizo.
Entonces cuando decían "Está claro que no es poesía", pues me acordaba porque había hecho el libro, porque la gente, a menudo, no presta atención ni entendie los detalles y mucho menos el mensaje implícito y muchas veces evidente.
Lo peor es que incluso seres letrados incurren en esa falta de ojo literario, y uno se queda como de que no entiende uno cómo es que son considerados intelectuales por la raza... si están viendo y no ven.
En fin.
Bueno, pues la presentación, esa sí, salió como lo esperaba. Hubo vino, y por supuesto hubo Bevis, hubo cacahuates, chicharrones, chesco y otras cosas, cero solemnidad y una melodía con el ukulele de Daniel el Gallo, a la que tituló como una de mis bebidas favoritas: Licuado de fresa.
Dicha presentación habría tenido la difusión institucional en la radio, por parte del Instituto de la Cultura y las Artes, y tuvo difusión también en periódicos como Novedades de Quintana Roo y el Por Esto!, además de que causó curiosidad por su título, por lo que fui invitado a diversas entrevistas en medios locales prestigiados, en televisión (SIPSE TVCUN), y en medios independientes. Siendo sincero, nunca planeé difusión a tal grado, fue una sorpresa para mí ver cómo el libro me dio para pasarla bien durante una buena temporada.
Las cosas han cambiado mucho para todos a partir de la pandemia, y por eso me
parece curioso y hasta interesante que este libro se haya presentado antes de
la pandemia, pues quién sabe si hubiera tenido la misma recepción de haberlo
presentado en épocas de confinamiento y distanciamiento social.
Aún
hay gente que me pregunta por el libro y la verdad es que lo he tenido en
pausa (no lo he re-producido), mi lado creativo también experimenta una pausa
intencionada y fructífera para mí, pero a diferencia de lo que algunas veces
me plantean o hasta me retan, no, no pienso escribir poesía, o por lo menos no
pasa por mi cabeza ahora. De hecho, le estoy coqueteando a otro género, pero
ya veremos si me conquista.
Por ahora pienso en distribuir la
mayoría de mis libros en formato PDF y a precios muy accesibles, y uno que
otro, de los que hice en plan todavía más de joda, quizás de manera
gratuita.
Si te interesa alguno de mis libros en formato PDF, envíame un correo electrónico o un WhatsApp y con gusto te lo enviaré.
Luego seguimos platicando.
