Lo que precede a la ausencia soy, lo que destruye al futuro eres, lengua futurista en absurdismo desnudo. El que se droga de tus sombras soy, quien distorsiona mi camino eres, delicioso zigzag: la nada, barcos navegando en mares de baba, exquisita muerte, gusanos elementales del ser. Podemos dar o callar, guerrear o posar, pasear sobre ruinas o propiciar resurrecciones, liberar o terminar de matar. Hacer reír o curar la enfermedad de nacer. Podemos escupir al cielo y lo que caiga sea la furia de allá y nos atraviesen los rayos. Aunque la posibilidad más bien consiste en la tortura, nos asfixiaría de día, nos azotaría de noche, haciendo el progreso del dolor, el más verdadero, el del cuerpo de carne y sangre, hasta lograr nuestro insincero arrepentimiento y alabado sea el amor y la misericordia.
